La larga argumentación de Jermías es un ejemplo de lo difícil que es leer bien y de lo aferrados que estamos a nuestras primeras interpretaciones.
Jermías, el texto de Daniel Ramírez es denso y hay que leerlo con exactitud. Espero que no te ofendas, pero tú mismo lo citas: “el culpable de lo inexcusable y aquel que vive en el rencor permanecen enteramente ligados a su acto y a sus estatus de criminal y víctima”. De esta frase no se puede deducir que el perdón sea necesario. No se refiere a todas las víctimas sino solo a aquellas “que viven en el rencor, el resentimiento y el deseo de venganza”. Y como negar que quien vive así padece, según entendí, de una inversión de su temporalidad: la vida se vive a través filtro de un pasado doliente.
Decir que “el perdón es una posibilidad “frágil y escasa” de restituir un orden esencial en la experiencia temporal humana”, significa que el perdón es frágil y escaso. No que existan frágiles y escasas alternativas aparte del perdón. El centro de la argumentación de Daniel Ramírez es decir que la justicia y la historia deben seguir su curso implacablemente. O sea que justamente los procesos históricos y sociales pueden coexistir con los procesos individuales. En el fondo no son “alternativas”, sino mundos aparte, lo cual es una opción filosófica fuerte. Por ello que el autor se toma el tiempo de refutar la consigna “sin justicia no hay perdón”, que establece una lógica y condiciones en algo que está más allá de la lógica y de condiciones. Es un aporte filosófico de este artículo de haber establecido claramente el carácter estrictamente individual (y no obligatorio: “no puede ni encargarse ni constituir obligación”) del perdón.
¡Es terriblemente agresivo, Jermías, decir que el texto de un autor que se atreve a expresarse sobre este tema tan explosivo sea una estrategia discursiva deshonesta!
Respecto a tu punto 3, Daniel Ramírez no dice en ninguna parte que lo más importante sea el perdón. Se podría decir pero prefiero evitarlo, que es deshonesto refutar cosas que un artículo no dice sobre todo cuando se sabe que muchos lectores estarán contra esas cosas. Como muchos estamos contra la idea que se hace una parte de la derecha que el perdón debería dar vuelta la página. Nada más extranjero al espíritu de este artículo. Como no reconocer la profundidad de frases como “El perdón es una modalidad de la memoria y no del olvido”. Leer artículos como este me dan ganas de volver a estudiar filosofía.
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Por: Milena Melig
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